jueves, 18 de agosto de 2016

Dejar de trabajar, parar y respirar.

Venga, vamos a parar aquí.


Esta es mi sonrisa de no quiero sonreír.


Un beso, Huguete.
Me dejo dárselo, pero como quien ve un coche, le dió igual.


Por aquí se cuece algo.


Hugo no podía estar más serio. No porque le molestaran las fotos o algo así (nunca le obligo a posar), pero a veces sale y otras no. Aunque no lo creáis procuro improvisar, de hecho, esa es mi ropa de viaje, un pantalón de deporte.


Los colores era increíbles y estaban genial posicionados.
Ya sabeis, yo y los girasoles.


Brillaba mogollón todo.


Hasta parecían del mismo tamaño.


Nunca sabes qué puede suceder.


Todo iba bien hasta que empezó a nublarse el ambiente.


Hugo, ¿has visto que chulísimo? Sí, está bien.

En circunstancias Huguiles normales hubiera dado brincos y gritos diciendo que era precioso. Es muy expresivo, espontáneo y sincero al mismo tiempo.


Nada mamá, no pasa nada, bueno si me pasa.


Es otra cosa que me he acordado ahora y me entristura.
Últimamente le entristuran muchas cosas.


 Y ciertamente no es para menos.


Hugo estaba por allí pululando, hasta que se me acercó y me dijo, Mami necesito hablar contigo, ¿tienes un segundo, podemos?



¿Me coges?


No te enfades vale, que lo entiendo, pero te tengo que preguntar.


¿Puedes estar un día entero conmigo, pero sin trabajar? Que no te tengas que ir, hablar de un juicio, hablar con una novia, ir al juzgado, estar en el Atelier. Quiero estar todo el rato contigo.


Mamá, no he estado contigo sin trabajar nunca, no tienes vacaciones, los domingos trabajas, los sábados trabajas. Todo el mundo tiene vacaciones, ¿por que tú no?


Le digo que se desentristure, que estaré allí con él en vacaciones unos días y su respuesta me golpeó mucho.


No, mamá, no me refiero que cambies de sitio de trabajo, aquí también trabajas. Quiero que llames donde sea para no hacer ni Algodón de Luna ni de abogado, llama Mamá, por favor.


Y después de quedarme callada y querer llorar a chorros, le prometí dos cosas.


No le he dado un día, si no tres y que vamos a hacer cosas sin tiempos, ni prisas, lo que nos apetezca o planeemos.


Tres días, ¡TRES!


¿He dicho tres?


Ufffff, lo que has prometido bonita. NO TRABAJARRRRRRR.


¿Véis? Ya me dió alergia y no hemos empezado


Ostras cómo pica, no véis que tengo pocas y pequeñas.


Ufff, lo que me va a volver a costar sonreír.


¿Y cómo me escapo de ésta? Incumplir promesas a los hijos es algo habitual, ¿o no?


Con lo que me gustaban hasta ahora los campos de Girasoles.


Gira, gira florecilla.


Y a comerte la cabecilla.


Últimamente no deja de darme estos hoztiazos de realidad con sus respuestas y preguntas y yo ya me he cansado de engañarle, si es capaz de darse cuenta de algo así, imaginaos cosas más obvias.


Sí, te cambia la expresión cuando no puedo mentirlo y tampoco sé si es bueno seguirlo haciendo.


¿Qué hacemos conmigo? 



Un besete Soletes.

Por si os gustan nuestras flores, podéis contactarnos escribiendo a info@algodondeluna.com o llamando al 606619349. Tenemos equipo para descansar y mucho más.
En nuestro grupo de Novias y Ramos de Algodón de Luna os contamos adelantos e ideas exclusivas sobre bodas. Y aquí os dejo nuestras redes.



2 comentarios:

  1. ¡Qué sitio tan bonito, y qué fotos tan chulas! ¡Me encanta!
    https://www.conjuntados.com

    ResponderEliminar
  2. Han sido los más bonitos que hemos vistos, desde Valencia a Z amor A ¡¡¡

    pero de verdad

    Muchas gracias por pasarte

    Luna

    ResponderEliminar